Queridos papás y mamás

Con mucha tristeza en el corazón les escribimos para anunciarles que El Principito detendrá su funcionamiento. Como imaginarán ha sido una decisión muy difícil de tomar, sin embargo, creemos que ha llegado el momento de hacer una pausa cerrando el jardín ya que se nos hace imposible seguir sosteniendo su vida. En el relato que sigue podrán ir comprendiendo esta acción y también el dolor que implica tomarla, es parte de nuestra historia e identidad como familia…

Esta es una Historia, de una larga y bella vida que vengo a contarles, y comienza así.
Hace ya 52 años, una joven mujer, la Tía Nana, tuvo la idea de dar inicio a un jardín infantil y escuela de Natación, llamado El Principito.
Puso en él todo su corazón, conocimientos, creatividad y por sobre todo un total respeto por cada niño y niña que llegara a él, creando una metodología propia que hiciera sentido con su filosofía.
Rápidamente El Principito se llenó, creció, se desarrolló y se convirtió en un centro de acogida y guía para todos cuantos pasaban por ahí.
Fueron corriendo los años, las décadas y volvían los ex alumnos con sus hijos al barco que mágicamente ¨se había achicado¨.
El personal del jardín se quedó para siempre trabajando en lo que sentían como su casa y las llenaba de alegría.
El Principito también se quedó a habitar esta casa, sus estrellas la iluminaban, su rosa nos recordaba lo singular de cada uno y el zorro, nos enseñó la importancia de domesticarnos unos a otros. Y así, él junto con los niños nos recordaron día a día que lo ¨esencial es invisible a los ojos, que sólo se logra ver con el corazón¨.
Los padres y madres entusiasmados con este bello proyecto se sumaban y aportaban su riqueza.
Como en toda historia, hubo momentos difíciles que con el esfuerzo de todos se pudieron superar, hasta que un día apareció un ¨bicho malo¨, el Covid 19 que puso en jaque a todo el planeta, incluido el del Principito.
Nuevamente, todos aportaron con su mejor esfuerzo para salir adelante entregándoles a nuestros niños lo mejor que podían.
Pero esta vez no fue suficiente…………
Además, la Tía Nana ya viejita se ha enfermado gravemente……
Sus hijos que la habían estado apoyando con todas sus energías para salvar al Principito, hoy deciden redirigir esas energías en acompañarla y cuidarla a ella.
Es así como el jardín con gran dolor cerrará sus puertas a partir de hoy.
Pero si bien la casa del jardín quedará vacía, nos quedamos con el corazón feliz y orgulloso de saber que andan miles de Principitos de todas las edades tanto en nuestro país como en otros, llevando ¨las estrellas que son de todos¨ para iluminar su mundo.

La Tía Nana, sus hijos y todo el gran equipo del jardín quiere agradecer a tantos y tantos padres y madres que nos acompañaron en este viaje maravilloso de la educación preescolar. 
Esperamos de corazón poder reencontrarnos en el futuro, si la Vida nos quiera juntar. 

¡¡¡¡¡Muchas Gracias a todos y un gran hasta siempre!!!!!